jueves, 23 de octubre de 2014

La Sombra De Las Nubes

Nos da miedo cuando pasa sobre el pueblo la sombra de las nubes. La última vez se llevaron a Esteban y a la madre de Sarah. Aquí sobre las montañas el aire es muy constante y detrás de él trae siempre consigo una enorme nube jalada por esos extraños seres, algunos dicen que son almas en pena y otros que son criaturas del infierno. Nadie sabe en sí que son, pero siempre llevan una cadena impregnada en la piel de sus espaldas y sus cuerpos parecen recién salidos de un mar hirviente.

La sombra de las nubes nos visitan casi todos los días y por más que queramos no podemos irnos de aquí, pasan en el momento menos esperado. Nuestro único refugio son nuestras casas y al meterse el sol nadie tiene permitido salir, en la noche las nubes siguen pasando, pero no hay sombra que nos avise de su llegada.

Hoy amaneció con neblina, el pueblo esta infestado de todos ellos, no los he dejado de ver por los huecos de la puerta. Me dan mucho miedo pero también tristeza, las cadenas les jalan la piel por el peso y se quejan pidiendo perdón. Acabo de ver lo que fue el cuerpo de una mujer cargando un bebé llorando por su criatura muerta. Creo que son mi mamá y mi hermano.

La neblina no se ha quitado, llevamos más de quince días en nuestras casas, mucha gente se ha quedado sin comida y en su desesperación han optado por salir a entregarse a ellos. Ya somos pocos los que quedamos, tengo mucho miedo, ya no sé qué hacer, golpean la puerta todo el día.

Escribo esta carta dentro de esta botella esperando que llegue hasta el pie de la montaña y alguien pueda venir a salvarnos.